sábado, 17 de mayo de 2008

Un sueño más

Me encontraba yo de lo más cómoda. Había aire acondicionado y las sillas estaban justas para no cansar la espalda. Ese día, para variar, me encontraba tratando de sacar opiniones para periodismo. Esta vez, era diferente a las otras. Me encontraba en el Salón Azul del Palacio Legislativo. Ese día nombrarían como "hijo meritísimo de El Salvador" a un empresario de Oriente. Claro, me dije a mi misma, se necesita ser un exitoso empresario que sea "el que vende más barato" para obtener tan significativa conmemoración. (¡Se imaginarían ser nombrado hijo meritísimo de la república!). Lo último que me faltaría para ser feliz.
Mientras esperaba que pasaran los reconocimientos para Victor Batarsé, mi mente se puso a andar. Primero mi conciencia crítica dispuso a exponerme cómo en el país no se nombran a poetas, atletas o ciudadanos solidarios tal reconocimiento. Mas bien, como factores activos del Mercado, ser empresario merece tal condecoración.
Luego, mi conciencia se durmió y dio lugar a mi lado soñador (un tanto infantil). Me hice toda una historia imaginativa de cómo sería si fuese empresaria. Primero, pensé, vendería artesanías. Toda una gama de diversos tipos de pulseras y aritos -para esos días habría desarrollado mis técnicas artesanales-. Incluso tendría que contratar personal. Pero tendría que pensar cómo hacer para incluir mi empresa al mercado internacional (no podré obviar el hecho de que estamos inmersos en un mundo capitalista, de mercado). Luego, estudiar el mercado, ver qué riesgos tomaría, planear, dirigir.Tendría que pensar la manera de crear una identidad corporativa, realzar el trabajo en equipo, y retroalimentarme para que el sistema que cree no entre en crisis. Además tendría que pensar si mi empresa fuera A, J o Z.
No. Creo que mejor me quedo haciendo pulseras poco a poco. Además, tengo que hacer las notas de periodismo...

No hay comentarios: