viernes, 11 de abril de 2008

"La mera mengambreya"

A diario nos vemos rodeados por mensajes que nos hacen pensar en una identidad colectiva. ¿Qué nos define cómo salvadoreños? Ciertamente se sabe más lo que no se quiere, que lo que se quiere. Nos formamos una idea de lo que somos tratando de negar lo que no somos, lo que no queremos ser o lo que no debemos ser.Nos hemos formado una idea del salvadoreño: trabajador, entusiasta y comedor de pupusas.

En más de algua ocasión he escuhado "no seas indio" o "pobre indio (india)" como parte del repertorio de ofensas. Debo aceptarlo, yo también lo he dicho. Es irónico haberlo mencionado por la misma incoherencia de la frase. Sería similar a decirle a mi hermano: ve y dile a tu mamá, cuando es la misma mía. Al final de cuentas todos tenemos algo de indígena.


Ahora, llegó a la Universidad Mario Mata y se centró en el aspecto del indígena como parte de la identidad (o no parte de la misma). El Salvador ha pasado por momentos sumamente difíciles y a mi parecer, 1932 es clave para comprender el asunto identidad indígena salvadoreña. Recordemos que como parte de la Represión Estatal muchas personas murieron y lo que es peor aún sus costumbres, tradiciones e identidad murieron también. El simple hecho de estar vestido o tener rasgos indígenas era un crimen. A partir de ello desaparecieron muchos factores propios de las raices salvadoreñas.

En nuestros tiempos, como mencioné anteriormente se ha formado una idea del ser salvadoreño. A partir de ello me baso en un video que vi hace poco en youtube (ver al final). Unos jóvenes de la Matías, decidieron hacer un proyecto valiéndose de la ironía y llegando al punto de burlarse y poner en ridículo al campesino. El video se llama "cinco indios en el aeropuerto". En él resaltan elementos como el hablado y los patrones conductuales propios de quien viaja al extranjero: llevar queso y comprar pollo campero.

Más allá de ser de mal gusto, resalta todos aquellos valores, que tenemos casi inconscientemente y que conforman la idea del indio (utilizado como sinónimo de campesino) y la identidad salvadoreña. En el fondo, el imaginario colectivo está reducido a las pupusas, el pollo campero, las cumbias, etc.


Cabe destacar que esta identidad margina, como siempre se ha hecho, al indígena. El burlarse de todos aquellos elementos de lo que significa para la sociedad ser "indio" es una manera implícita de decir "sabemos que no queremos ser indígenas", porque aceptarlo sería negarse a la unverzalizacion que supone la globalización. Creo que necesitamos analizar la situación y construir una identidad en la cual todos nos sintamos parte de ella. Porque el rostro carácterístico o el color de piel no lo podemos cambiar, aunque nos vistamos como occidentales y hasta nos pintemos el pelo para parecer britney spears. Ya lo dijo Jorge Villamízar "Así van tantos años, así tanta mediocridad, haciendo nuestras vidas al modelo confundido de una Europa que aquí nunca pudo ser".

Rescatar nuestras raices no estaría del todo mal, tal vez al reconocer nuestra sangre indígena nos unamos más como salvadoreños y dejemos de lado a las benditas pupusas para sentirnos guanacos.
Al final de cuentas, el salvadoreño que no tenga sangre indígena que tire la primera piedra....


3 comentarios:

AllxXander dijo...

¡Hola Sary! Bueno, sí. El indígena ha sufrido una grave marginación en nuestro país. El indígena se arrepintió de serlo y hasta de parecerlo y buscó desvanecerse de la historia salvadoreña. Se quedó sin lugar en esta sociedad que no lo considera para los votos. Yo creo que sí, hay que tenerlos presentes en nuestra historia, pero como le comenté a la Caro, de hacer algo al respecto, tendríamos que trazar un plan a largo plazo para que sean las generaciones del futuro las que valoren la idiosincrasia indígena del salvadoreño.

Pues te cuidás y nos vemos luego

freedom dijo...

Cómo poder negar nuestras raíces indígenas, como osamos burlarnos de nuestras raíces, quien se burla de sus orígenes no merece llamarse salvadoreño, y eso es cosa que aplica para cualquier país. Por mucho que no nos guste de donde venimos, negar nuestra cultura es negarnos nueustra propia identidad. En lugar de buscar culturas agenas, deberiamos centrarnos en rescatar lo que nos pertenece como guanacos.

Roxana Martel dijo...

Excelentes comentarios Sary! Precisamente ocultar lo que de culturas indígenas, campesinas, afro, de género, de edad...etc, tenemos ha sido la lógica dominante. Con ella hemos pactado todos. La pregunta sería, entonces, qué cosas hacer concretamente desde nuestro campo de trabajo? Con nuestras acciones u omisiones contribuimos a continuar este modelo o a transformarlo.

Lo discutimos en clases!

Roxana